28 marzo, 2024

ChatGPT: la inteligencia artificial y la fuerza laboral oculta que la hace posible

El lado oculto del ChatGPT, entrenadores humanos por US$2 la hora.

Desde su lanzamiento a finales de 2022, el programa de inteligencia artificial ChatGPT ha sido objeto de debate entre los entusiastas de la tecnología y aquellos preocupados por sus posibles consecuencias.

Múltiples controversias

Mientras algunos temen que el chatbot sea utilizado para hacer trampas en tareas escolares o en discursos políticos, otros se preguntan si la tecnología podría reemplazar a millones de trabajadores que realizan tareas que esta máquina puede realizar en cuestión de segundos. Además, existe la controversia de que ChatGPT no cita sus fuentes, lo que ha llevado a acusaciones de plagio y denuncias legales.

Sin embargo, detrás del ruido generado por esta innovación tecnológica se esconde una polémica menos conocida relacionada con la «fuerza laboral oculta». Esta fuerza laboral, a menudo subcontratada por grandes empresas tecnológicas, trabaja en países pobres del hemisferio sur y se encarga de «entrenar» a los sistemas de inteligencia artificial.

Maestros de la IA

Los etiquetadores de datos son una parte esencial de esta fuerza laboral oculta. Estos trabajadores realizan una tarea tediosa pero esencial para el correcto funcionamiento de programas como ChatGPT: etiquetar millones de datos e imágenes para enseñar a la IA cómo actuar. Cuando un usuario le hace una pregunta a ChatGPT, el programa utiliza unos 175.000 millones de parámetros o variables para decidir qué responder. Para distinguir la información, la IA se basa en referencias «enseñadas» por seres humanos, que indican al programa qué es qué para que pueda entender qué es cada cosa y aprender en qué contexto usarla.

A pesar de que los etiquetadores de datos desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de la IA, a menudo son el eslabón más pobre de la cadena de producción de las grandes empresas tecnológicas. Partnership on AI, una asociación sin fines de lucro que agrupa a organizaciones académicas, de la sociedad civil, de los medios y de la propia industria involucrados con la IA, ha denunciado las condiciones laborales precarias de estos trabajadores.

Por 2 dólares

Una investigación de la revista TIME reveló que muchos de los etiquetadores de datos subcontratados por OpenAI para entrenar a su ChatGPT recibieron sueldos de entre US$1,32 y US$2 la hora. Aunque este trabajo esencial para el desarrollo de la IA, los enriquecedores de datos se encuentran en condiciones laborales precarias.

Los trabajadores que hacen posible la existencia de la inteligencia artificial, podría ser la primera creación de trabajo, directa, por la creación de la IA. Sin embargo, muchos auguran que más larga será la lista de los trabajos que esta novedad se llevará puestos.

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