¿A quien conocemos que contenga y profese talentos técnicos y sensibilidad social necesarios para esta tarea sansónica?
Mis búsquedas terminan donde siempre, en una biblioteca, una librería o mi propio estantes de libros. En un par de minutos y tuve en mi mano un viejo ejemplar de “El hombre que está solo y espera” Raúl Sacalabrini Ortíz. Todo un espécimen politalentoso que supo formarse en una Argentina donde el mérito era entendido como tal, y se reconocía.
El autor nació en la provincia de Corrientes, ocho años luego de la Revolución del Parque. Esa en que los ancestros políticos de los hoy pacifistas radicales andaban a los tiros. Allá, a fines del siglo XIX.
Su padre un inmigrante italiano, naturalista, docente, museólogo, escritor, fundador de escuelas y museos. Activo fomentador de las exigencias en la enseñanza. Su madre provenienía de una familia tradicional paranaense.
Como tantos provincianos (me incluyo) se radicó en Buenos Aires para estudiar una carrera de grado. En su caso ingeniería. Se relacionó con intelectuales de la época. Algunos nombran a Macedonio Fernández, como al pasar. Sin contar que este gran intelectual argentino, amigo del padre de Borges, escritor, poeta, ensayista y -verdadero- filósofo, fue una influencia de retroalimentación y admiración mutua.
Macedonio Fernández publicó en 1928 “No toda es vigilia la de los ojos abiertos”, el prólogo fue de su hermano del alma, Raúl Scalabrini Ortíz.
Por su parte, en 1931, vio la luz su segunda obra “El hombre que está solo y espera”, de la que ya conté tengo un ejemplar de 1941. (Sugeriría al bestiario político que hoy administra el estado que se tomen un ratito para leerlo, y si no les cuesta, pensarlo, meditarlo sin sacar frases sueltas para sus perfiles de Twitter)
El Ingeniero Raúl S.O. en su transformación a ensayista, periodista, pensador, político se sumó en 1933 a lo que fue una intentona revolución radical yrigoyenista. Frustrada por la torpeza de quienes construían bombas caseras que estallaron, en sus casas con voladura de manos incluidas, y delataron los planes de tomar por la fuerza el gobierno e imponer veintitrés puntos socio económicos que espantarían a cualquier ser verdaderamente democrático. Eso en realidad, lo auyentó. Una cosa era recobrar la institucionalidad, otra era reemplazar una dictadura por otra.
Sus trabajos anti británicos y anti imperialistas plasmados también en su libro, los continuó Europa publicando en Alemania. Algunos autores, sobre todo de izquierda cuentan su viaje al viejo continente como un exilio o destierro. Lo cierto es que se fue en 1933 y un año después ya estaba de vuelta.
Alimentó desde su retorno, intelectualmente y desde fuera a FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Juventud Argentina) una rama del radicalismo. Cuando se escindió del partido en 1940, pudo afiliarse. Es que Raúl no pertenecía a la UCR ya que no compartía las ideas totalitarias impulsada por la revolución Yrigoyenista, y las luchas intestinas, propias y características de ese partido.
Lo usual es escuchar el nombre de Jauretche, cuando se habla de FORJA. Pero también lo integraban Manzi, Alesandro, del Mazo y Luis Dellepiane. Aquél que fuera ministro de guerra de Irigoyen y brazo ejecutor del primer pogromo de América Latina.
Sus conferencias y publicaciones en los cuadernillos de la agrupación fue profusa. La temática: ferrocarriles y dominación colonial británica. En 1940 publica “Historia de los ferrocarriles argentinos” y “Política británica en el Río de la Plata”. Cuento con ejemplares de ambos libros.
En 1943, FORJA apoya la Revolución del 4 de Junio encabezada por el GOU; que depone al Presidente Castillo. Saclabrini Ortíz, se opone. Sus ideales son democráticos. Se aleja de FORJA que como grupo interactúa con la dictadura que, entre otros contó como vicepresidente al Coronel J.D. Perón.
Nota de ¿color?, durante la Presidendia de Farrell se universalizó el sueldo anual complementario con el decreto Nº 33202 20/12/1945, 116 días después que Hiroshima fuera aniquilada por una bomba atómica. Perón era uno de los firmantes del decreto (del aguinaldo obvio).
La visión geopolítica, su profundo análisis social y económico le permitían a Scalabrini Ortíz, armar un discurso didáctico, claro, fundamentado, con lineamientos para el desarrollo. Durante el gobierno de Perón, el democrático, acercó ideas y proyectos. Entre ellos la necesidad de nacionalizar los ferrocarriles que aún estaban en mano de sus constructores, los capitales ingleses.
También, con sus dotes de ingeniero, diseñò y presentó un par de desarrollos de locomotoras de consumo eficiente y perfil aerodinámico. Si Ud está pensando que la política argentina hizo caso omiso, está en lo correcto. Incluso, a pesar de no aceptar cargos (si leyó bien, no aceptó cargos) brindar su apoyo al gobierno con ideas prácticas, ideológicas, morales y sociales, fue censurado.
“Durante la época de Perón me tuvieron con la boca tapada. Ni un diario me abrió sus columnas. Ni una revista. Ni una tribuna. Sólo alcancé a dar tres conferencias en un centro obrero y Borlenghi lo hizo clausurar”
*Borlenghi, era el ministro fuerte de Perón, acusado, y asumido, entre otras cosas de quemar una bandera nacional y tortura de opositores.
Raúl Saclabrini Ortíz, demostrando honestidad intelectual, fiel a sus principios y valores, a pesar del silencio al que fue sometido, levantó su voz en contra la revolución de 1955.
Esa actitud, es manipulada históricamente por actuales seguidores del peronismo, asegurando que Sacalabrini Ortíz “era un radical peronista”, y por algunos radicales acusándolo de ser “traidor a su partido”
Para unos y para otros, y para nosotros también, legó una veintena de obras que van desde cuentos de 1923 a obras político-técnicas en 1965 (post mortem)
Libros de su autoría
(Bibliografía obligatoria para cualquier postulante a puesto o cargo político)
La manga(cuentos 1923)
El hombre que está solo y espera (1931)
Política británica en el Río de la Plata (1940)
Historia de los ferrocarriles argentinos (1940)
Los ferrocarriles deben ser del pueblo argentino (1946)
Tierra sin nada, tierra de profetas (poesías y ensayos 1946).
Bases para la reconstrucción nacional (recopilación de artículos 1965)
Seguramente ambos, peronistas y radicales, si leyeran su obra situándola en el contexto histórico, se darían cuenta de que están equivocados. Algo difícil de lograr, que lean y darse cuenta, ya que se la pasan todo el día en redes sociales y en esa eterna campaña electoral. La actidud que los aleja de ser los hombres grises que pretender ser, convirtiéndolos en marrones. Sigue en la tercera entrega.
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