Por Gerardo A. Cabrera
Era un naciente y convulsionado invierno de 1975, con mi guardapolvo blanco, en el patio de la escuela. Siempre atrás de la fila, por ser el mas alto junto a Mario, el repetidor que vino de otra escuela. Escuchando el discurso conmemorativo a Manuel Belgrano de la directora.
Ella trataba de poner emoción a su aburrida prosa. Con su voz de pito, que en determinados momentos se le tronaba temblorosa, repetía las frases de cada acto “ al alumnado todo, van estas palabras….”
Nosotros, “los de atrás” esperando el chiste ingenioso de Diego. Para reírnos y recibir la reprimenda de nuestra maestra. De repente Diego lo dijo :“parece Isabelita” (en referencia a la presidente de ese momento). Nos reímos a fuertes carcajadas por dos razones. Porque al fin dijo algo y era la excusa para hacerlo. Porque de verdad, esa voz chillona, forzada y temblorosa se parecía en alguna medida, a la de la presidente que se escuchaba en radio y televisión.
La maestra, se puso pálida. Solo atinó hacer el gesto de la enfermera en el cuadro del hospital. Las otras maestras giraron su cabezas y se miraron entre ellas. Nerviosas. Eran tiempos de miedo.
La directora siguió, “Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús era su nombre completo, y nos legó la bandera…” La situación la había incomodado. De repente la voz dejó de ser chillona, y gracias al silencio provocado por el evidente temor de las señoritas, se la pudo escuchar. Que fue General, que fue abogado, que peleó por la libertad, que creó la bandera… que tantas cosas mezcladas. El nombre del prócer me intrigaba. Para poder seguir el relato de la directora había que tener un conocimiento previo. Y el contenido de las escuelas no lo tenían.
“La curiosidad mata al gato, pero hace inteligentes a los hombres” me dijo mi abuelo un día.
Con ese espíritu entre a la librería Ferrando, en mi pueblo natal a comprar “Belgrano” de la colección azul de Billiken. Aún está en mi biblioteca.
Fue mi primera lectura independiente sobre el prócer. Seguí con los años leyendo sobre él. Me di cuenta de lo injusto e ingratos que ha sido la historia con su memoria. Tal vez, su joven muerte, en una nación naciente, tuvo que ver. O el egoísmo de la época. Quien sabe.
Entre mitos y desconocimiento la figura de este Padre de la Patria, se fue desdibujando. Su ejemplo debería ser imitado por los políticos actuales. Así podrían salir de la circense épica de cascaron vacío en la que están montados.
-He visto con dolor sin salir de esta capital una infinidad de hombres ociosos en donde no se ve otra cosa que la miseria y la desnudez; una infinidad de familias que solo deben su subsistencia a la feracidad del país, que está por todas partes denotando la riqueza que encierra, esto es la abundancia
y comodidades en su vida. Esos miserables ranchos donde ve uno la multitud de criaturas que llegan a la edad de pubertad sin haber ejercido otra cosa que la ociosidad, deben ser atendidos hasta el último punto…
Uno de los principales medios que se deben adoptar a este fin son las escuelas gratuitas a donde pudiesen los infelices mandar a sus hijos sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción, allí se les podría dictar buenas máximas e inspirarles amor al trabajo, pues en un pueblo en donde no reine este, decae el comercio y toma su lugar la miseria… Para ser felices a los hombres es forzoso ponerlos en la precisión del trabajo por el cual se precave la holgazanería y ociosidad que es el origen de la disolución de costumbres –
Manuel Belgrano. Escritos económicos, Buenos Aires, Raigal, 1954
El olvido y omisión sobre la figura, influencia, obra, preparación y vida de Belgrano, no es la única injusticia. El preguntar sobre su condición sexual, como si esto fuera relevante ,como lo hizo el conductor Mario Pergolini al historiador Felipe Pigna, en la serie documental “Algo habrán hecho” de 2005, sin dudas, fue el pié para la segunda bestialidad que escuché sobre el tema. En esa oportunidad, la Sra. Mirtha Legrand, en charla con Daniel Balmaceda comentó:
“Se dijo en algún momento que era homosexual. Es feo eso, eh”
Pobre Don Manuel, se peló las pestañas para transformarse en una de las personas mas preparadas y formadas de la historia argentina, y un par de bestias, referentes mediáticos reducen todo a una elección de vida.
Bien los definió Agustín Alvarez en su libro Construcción del mundo moral:
“La cultura de una generación hace a la cultura de una generación siguiente, del propio modo que la barbarie hace a la barbarie.”
Volviendo sobre mi admiración hacia el prócer. ¿quien era? ¿Que hizo? ¿Tan importante fue para nuestra historia por un bandera?
Nacido de una familia de quince hijos, de madre criolla santiagueña y padre italiano. Gracias a lo acomodado de la economía familiar, pudo recibirse de abogado (bachiller en leyes) en España (Salamanca y Valladolid con medalla de oro). Las influencias de su padre logró también que fuera nombrado Secretario general del consulado de comercio. Tenía 24 años. Manuel era productivo, escribía las memorias anuales, a las que sumaba propuestas. En total escribió quince. De las que sobreviven cinco:
-1796: Medios generales de fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio de un país agricultor.
-1797: Utilidades que resultarán a esta Provincia y a la Península del cultivo del lino y del cáñamo.
-1798: El origen de la felicidad de estas Provincias es la reunión de los comerciantes y de los hacendados a la par del premio y la ilustración en general.
-1802: Establecimiento de fábricas de curtiembre en el Virreinato.
-1805: Importancia del estudio de las matemáticas.
Escribir no fue solo lo que hizo por esa época, la fundación de la Escuela de Náutica en 1799, el impulso para el primer periódico porteño el Telégrafo Mercantil, la academia de geometría y dibujo, y la influencia para iniciativas educativas en general.
Mas que abogado, fue un erudito, estudioso, curioso y emprendedor. Su inteligencia natural, y su apetito de aprender le abrieron puertas al conocimiento y a las ideas.
Puso el cuerpo en defensa de Buenos Aires en las invasiones inglesas. Puso mente y corazón en la independencia. Creyó en un futuro promisorio. Entregó vida y fortuna para crearlo.
Murió joven.
Tiene mas que ganado el lugar de padre de patriotas.
En estos días, en que el mérito es confundido con herencia por unos, o iluminación por otros. Que mejor que repasar la vida, apasionante de este hombre, hacedor de futuro.
Los espero en las próximas entregas de Mi prócer favorito de junio
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