
Nada verdaderamente novedoso para resaltar.
Sólo decir que está ahí. No acecha. No espera. Está.
No desespera. No agita. No ahoga, no trauma.
Ni urge, ni pelea por saltarle rampante al deseo opuesto.
No vuela. No crece, ni se expande. No avasalla, ni respeta. Está.
No pide.
Pero está.
Estira silencios con miradas.
Hunde sus parcas palabras hasta un nuevo sonido.
Arranca el miedo. Subyuga y conquista.
Más historias
Testimonios impactantes de la encarcelación masiva bajo el gobierno de Bukele en El Salvador
Políticos en Redes: La pelota rueda más cerca del área
Un libro jamás escrito… de una historia que debe continuar contándose por siempre (Segunda Parte)