7 junio, 2023

Zárate 1980-1983

El recuerdo que agita la película "Argentina 1985", movilizó al profe Núñez para traernos un panorama de nuestra ciudad, previo a la vuelta a la democracia. Imprescindible crónica.

En tiempos que la película “1985” se transformó en un éxito, no lejos de la polémica planteada en varios medios, por si respeta o no la realidad histórica, si al ver la misma, se está adoctrinando o tergiversando la verdad, para dejar bien parado a sectores que tiempo antes habían propuesto la “amnistía a los genocidas del Proceso”, como cierto sector del peronismo de la época y que no se rescate la figura de la CONADEP en todo el film; tratar de rearmar la vida de nuestro Pago Chico zaratoca fue bastante difícil… primeramente porque en los tiempos en que fueron escritos “Sobre Ausencias y exilios” y “De Solitarios Sueños y utopías truncas”, no todos querían hablar, porque mucho no se había investigado en aquellos años y porque quizás una de las principales fuentes se hallaba en los periódicos locales.

Por eso es importante destacar a esas personas que dieron testimonio en los libros que conjuntamente logré publicar con Miguel Di Fino, Soledad Sadonio y Leonardo Maldonado… esas personas fueron víctimas, madres, abuelas, hijas, padres, hijos… nietos y por sobre todo detenidos desaparecidos y presos políticos (cuando fueron puestos a disposición del PEN) como fue el caso de Eduardo Paris… (en su persona, mis respetos y homenaje a todos los que hicieron posible que pudiera contar sus historias)

Aquí hay fragmentos de esas obras, que fue modificada para dar pequeños datos de actualidad y poder ubicar algunas cuestiones en espacio y tiempo de la memoria histórica, en donde van apareciendo personajes y organizaciones intermedias que lograron hacerse lugar en un momento en donde la democracia no existía, y muchas veces lo hicieron con un discurso lleno de “conceptos democráticos y republicanos” –cosa loca del destino que alguna que otra agrupación como P.U.R.A (Movimiento Precursor de la Unidad Republicana de los Argentinos) utilice el término “República” para levantarse como defensora de los valores republicanos, pero pida a los gritos la continuidad de los hombres del Proceso-; quizás por eso, también hoy, a 42 años de esa solicitada, sigan existiendo “agrupaciones republicanas” que están llenas de personajes nefastos que están más cerca de los cuarteles que de las urnas y de las que desconfío plenamente –perdón por la confesión de ciertos pensamientos contra esos hombres y mujeres que siguen hablando de república, pero añoran las botas-, quizás sea el momento de leer los diarios de esos tiempos, revisar las opiniones vertidas, solicitadas firmadas o participaciones que han tenido en esas “organizaciones intermedias”, para reconocer donde se ubicaron en esos tiempos y como hicieron para reacomodarse en el tablero político durante el Proceso y después del mismo.

Esta no será la única entrega, la primera sale aquí, en Octubre… de forma causal (no creo en las casualidades), teniendo como referencia aquel triunfo de Raúl Alfonsín en las elecciones de 1983… quizás también para que muchos recuerden esos tiempos y traten de recuperar el espíritu democrático del viejo abogado de Chascomús y los ideales del partido… en las próximas, veremos cómo se va configurando la transición hacia las elecciones de 1983.

Duda Existencial e histórica: Quiero hacer un párrafo aparte en esta historia, ahora que escribo Octubre, Alfonsín, elecciones, democracia e ideales… ¿nunca se preguntaron qué cuernos hace la estatua de Leandro Alem en una plaza que se llama Mitre y con un busto del mismísimo Bartolo tan cerca? ¿no les parece una desproporción histórica espantosa?… tan espantosa como querer hacer que Rivadavia sea un gran presidente y “amigo” de San Martín o que Mitre fuera un gran militar y político y que convivan en el mismo espacio físico con el hombre de la galera y barba, que está continuamente observando con su postura inquisidora todo lo que pasa en el palacio municipal…

Vayan y den una vuelta, van a encontrar en la plaza céntrica rostros curiosos y que ni al más loco de los historiadores se le hubiera ocurrido juntar… Alem, Mitre, Brown (cargador de Pokebolas en tiempos del Pokemón Go), Pancho Ramírez, Guerci… creo que los únicos que tienen cierta coherencia, a pesar de sus posturas políticas disímiles son Alfonsín (por un lado), El Pocho, Eva y Oscar Felipe (por el otro)

Listo… ya está… ya tiré la duda a los lectores… ahora sigo en lo que estaba…

Solo espero me tengan paciencia, sepan disculpar errores… pero, sobre todo, comprendan que cada palabra que fue escrita tuvo como único fin de rescatar la memoria colectiva de los que fueron víctimas del Terrorismo de Estado, es decir de familiares, amig@s y conocidos de esos 30.000 que hoy son el sostén de todo el andamiaje de la Memoria, la Verdad y la Justicia…

1980 en Zárate

El “civil” gobierno comunal: ¿transición política?

Consecuentemente con los altos propósitos anunciados oportunamente… de reemplazar a los Intendentes militares, por civiles nativos de cada comunidad que reúnan las máximas condiciones de idoneidad, y se hallen plenamente identificados con el Proceso instaurado por las Fuerzas Armadas el 24 de Marzo de 1976… Mientras tanto… continuaré atendiendo… como lo he venido haciendo hasta el presente: de puertas abiertas y al servicio exclusivo de la población…”

Osvaldo Teixeira Méndez – Prefecto (RE)

Intendente Municipal

(En: Diario “El Pueblo”)

Su gobierno apunta a promover la participación más activa y dilatada de la civilidad, la que contribuirá a motivar el interés y sacudir la incredulidad y escepticismo. Su gestión se inicia con los mejores auspicios: el consenso que acompañó su designación y las expectativas de un pueblo que quiere mirar hacia adelante. El mensaje dirigido al país interpreta esta esperanza y manifiesta su decidida voluntad de bregar por la unidad nacional, transmitiendo confianza y fe por el porvenir de la República”

Ariel Dulevich Uzal del P.U.R.A. en Zárate

(Sobre la asunción de Viola)

Mayo de 1980 comienza con grandes cambios a nivel gubernamental en nuestra comunidad. Desde los últimos días de abril se corría el rumor de la posible renuncia de Osvaldo Teixeira Méndez y quienes podrían ser los candidatos más potables para sucederlo. El motivo de la presentación de la dimisión al cargo se debía que desde el gobierno nacional se impulsaba “cierta apertura política” demostrada por el Proceso por los “diálogos” –siempre monitoreados por el sector convocante- mantenidos con representantes políticos y juventud y el pedido de una “visión (¿imparcial, crítica?) consejera de la Iglesia por medio de la Asamblea Episcopal Argentina, que hablaría quizás por primera vez, de la situación de los desaparecidos y presos políticos. Este golpe de timón llevado a cabo por el Proceso es, sin duda alguna, una maniobra para aquietar la efervescencia social producto de una situación política y económica, sumada a las continuas demandas de organismos internacionales sobre los derechos humanos, que se reunían la informe lapidario –incriminatorio para el propio gobierno- de la CIDH. (1)

Dentro de este nuevo escenario político el gobierno provincial no dejaba librado nada al azar, por tal motivo estos reemplazos en los gobiernos comunales estarían digitados directamente por la gobernación, que se “entrevistaría”, por medio de representantes, con los candidatos más potables-pudiendo existir algún “tapado”- para ocupar el cargo. Pero este cambio también deja entrever algunas actitudes de la sociedad civil, reflejada a través de los medios de comunicación; así, por ejemplo, el Diario El Pueblo, al conocerse su pronto alejamiento del cargo hace que se lo pase a denominar “señor”, quizás sin guardarle tanto formalismo castrense que existía hasta momentos antes, además de “hacerle saber” que la comunidad tenía “abiertas críticas sobre su gestión”.

Mientras ocurría esta transición gubernativa, el renunciante Teixeira Méndez se dedicaba a una campaña de relaciones públicas, con el objetivo de irse –por lo menos- “reconocido” por cierto sector social, que seguramente extrañaría su deferencia hacia ellos, aunque por otro lado estuvieran reacomodando sus fichas y contactos para con el gobierno venidero. Se acercaba la fecha patria, un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, y se esperaba que Osvaldo Teixeira Méndez se presentara por última vez como intendente, pero su ausencia llamó la atención –su último acto público a cargo del Ejecutivo Municipal fue el Día de la Armada-, y encabezaron a la representación municipal los secretarios del municipio Prefecto (RE) Ernesto Horacio Urraca y Carlos Viera (h).

Al día siguiente de la fecha patria tomó juramento el “idóneo civil, identificado con el Proceso” Héctor Villalba, bajo la atenta mirada del intendente saliente y delegado de la gobernación Coronel (RE) Mario Carlos Castagneto. Una de las primeras medidas del nuevo intendente fue la de aceptar las renuncias de los secretarios de la administración anterior, reemplazando inmediatamente a la Secretaria de Gobierno, que recayó en manos de un ex funcionario de la Municipalidad de Morón, Antonio Raúl Díaz, y posteriormente trató de buscar un diálogo con las instituciones intermedias, para “poder gobernar entre todos”, además de asistir al oficio religioso en conmemoración de la muerte de Aramburu. En sus primeras declaraciones, admitió que trató de interiorizarse sobre la situación de las obras públicas y ponerse en “contacto” con la Cooperativa Eléctrica, ya que tenía la “intención de adjudicar la mayor cantidad posible de obras a la Cooperativa Eléctrica… siempre y cuando no trabajen con fines de lucro”. (2)

Por otro lado, llama poderosamente la atención que en los medios de comunicación apareciera como un hecho para destacar la denominación NN, pero no por la figura del desaparecido, sino para realizar un agradecimiento, como para destacar un acto de solidaridad, de “los Carlos, Pepes, Julios, Sra. Lita, etc… sin necesitar que se pronuncie en un espacio radial… desde la grandeza que encierra el siempre vigente NN”; aunque en este caso, no se hablara de los miles NN que estaban desaparecidos, víctimas del Terrorismo de Estado que declaraba abiertamente la existencia de 1.220 detenidos a disposición del PEN.

Con el fin de marcar ciertas diferencias con el gobierno anterior, reduciendo el plantel del municipio, para “tratar de ordenar nuevamente las cuentas de la administración” –pasando de 543 a 495 empleados-, la administración Villalba se preocupó por estar un poco más en “contacto con la comunidad”, a los que se les solicitaba el arreglo de frentes y veredas y la colaboración para con la visita de las cámaras de ATC que filmarían imágenes de la localidad, adonde llegaron grandes espectáculos como Los Quilla Huasi, Los de Salta, Los Grandes del Compas y Armando Pontier –homenajeado por Villalba-. Por tal motivo trató de llegar a sus gobernados, “utilizando” a la prensa como nexo, realizando conferencias de prensa, que además servían como presentación de su esquema de gobierno –una vez confirmado como intendente por un decreto provincial de agosto- y presentaba, de paso, su favoritismo por la Cooperativa Eléctrica de Zárate –que se encontraba realizando la iluminación de la rotonda y afirmaba que la ciudad poseía la peor iluminación de la provincia-, en lo referido a la construcción de varias obras públicas: pavimento de la calle Lavalle, edificio de la Escuela 2, ampliación del cementerio y remodelación de la Terminal local, donde en la actualidad se encuentra el Concejo Deliberante. Llama poderosamente la atención, que por entonces, dicho cementerio seguía teniendo “ciertos lugares” de enterramiento que en la actualidad se encuentren quizás tapados por la “faraónica” construcción de los nichos, armatoste vetusto e imponente que dejó en sus cimientos cuerpos que jamás fueron reclamados, es más, creo que muchos nunca supieron quienes podían estar allí enterrados, si existían fosas comunes o tumbas sin reclamar… el tiempo hizo lo suyo, quedaron debajo de toneladas de cemento, ladrillos, columnas y sin que se intentara hacer un estudio previo para saber si en esa zona existían tumbas sin identificar a sus ocupantes. Igualmente, cada vez que se quiso recabar información sobre la ampliación del cementerio o quienes estaban a cargo de la misma, todo quedaba en una nebulosa –incluso para los que hemos realizado la investigación de esta etapa de la historia local-. Por lo menos en lo que respecta al pavimento, también por aquel tiempo ya se pensaba en la privatización del servicio de recolección de residuos –que con el paso del tiempo caería en manos de la Cooperativa Eléctrica y en la actualidad tiene la concesión la Empresa ENTRE, perteneciente al Grupo Globaz, que desde hace más de cincuenta y seis años se desempeña en la Gestión Integral de Residuos Sólidos-, y se rechazaba una licitación a la empresa de Osvaldo Deprati y Cia. –que hasta el momento de su desaparición había sido manejada por Santiago Deprati (secuestrado el 28 de diciembre de 1977 y del que hice referencia en Aquellos 24 de Marzo Zona Liberada de una noche zaratoca “Pesadilla de una noche de Verano)-, dándole de esta manera un golpe de gracia a la posibilidad de crecimiento de la empresa con cierto carácter familiar, para beneficiar a “los amigos del poder” que, aunque en manos de un civil, seguía respondiendo y adhiriendo a los hombre e ideales del régimen, invalidando así la construcción de cloacas en Lima, adjudicada con anterioridad, por “no reunir los requisitos esenciales de toda licitación”.

Tampoco escapaba al conocimiento del ámbito municipal la situación de la empresa Reysol y la cada vez más lejana instalación de la empresa Soyex, conocida en el inconsciente colectivo de la comunidad zarateña como “Sasetru”, y la posibilidad –que solo fue un sueño- de la ampliación de la Cooperativa Martín Fierro –hoy devenida a emprendimiento habitacional de lujo (Zárate Chico y Estadio Diego Armando Maradona, recientemente inaugurado con todas las luces y cotillón nacional y municipal)-, que para 1980 tenía varios convenios firmados con países latinoamericanos e inclusive con organismos de las FF.AA. para abastecerlos con su producción.

Entre las formas más comunes para llegar a la sociedad civil, no solo se utiliza a los medios de prensa como nexo; también era muy común que el intendente tuviera reuniones periódicas instituciones intermedias y una manera de justificar las mismas eran las proximidades de las fiestas, en donde no solamente se realizaban las salutaciones de rigor, sino que servían para realizar los característicos balances y proyectar los trabajos a corto plazo. Una de las instituciones que participarían en estas reuniones sería UN.E.ZA. (Unión de Entidades Zarateñas), que se encontraba bajo la presidencia de quien sería intendente al instaurarse nuevamente la democracia en 1983, el Doctor Aldo Arrighi. Pero para esta época, las preocupaciones de dicha entidad giraban en torno a la construcción de un nuevo edificio de correos, la instalación de nuevas líeas telefónicas y el déficit habitacional –a pesar de la construcción de FONAVI-; a su vez, aprovechó la reunión realizada en el COM (Círculo de Oficiales del Mar), para remarcar que la tarea desarrollada por la entidad estaba por afuera de toda bandería partidaria.

Promediando la casi finalización del año, en el mes de octubre se realiza una cena en donde ciertos “representantes” de lo “más destacado del civilismo zarateño” promueven la continuidad del proceso. Esta manifestación pública, dirigida y digitada por el ¿profesor? (3) Alberto Luis Alfonso, tenía como objetivo la creación de un Ateneo Cívico “Centrista”, y en dicha cena -27 de septiembre- a pedido de uno de los concurrentes a la “tertulia”, el Sr. Juan M. Melo se hace la formal propuesta de creación “que con objetivos de una amplia docencia cívica posibilite la frecuente repetición de encuentros como éste, para afianzar la continuidad del Proceso de Reorganización Nacional” (4). En dicha “reunión de camaradería” expondría su posición el presidente de P.U.R.A (Movimiento Precursor de la Unidad Republicana de los Argentinos) –aunque las siglas no concuerden con su nombre-, el profesor Ariel Dulevich Uzal, que además afirmó que el próximo presidente –“elegido por unanimidad”, como le gustaba decir a Tato Bores sobre la elección de los gobiernos De Factos (ya que los presidentes salían de la propia junta de comandantes)- sería el Teniente General Roberto Eduardo Viola –con quien se había entrevistado en el mes de agosto-, “quien reúne singulares condiciones, que le permitieron desempeñar un rol gravitante, antes y después de 1976, y que posee un excelente nivel de información respecto a los actuales problemas de los argentinos” (5). Esta reunión sería acompañada con su posterior solicitada (6), firmada por supuestos adherentes a la “causa” del Ateneo, aunque otros destaquen que no fue más que una reunión digitada y manipulada por Alfonso, siempre buscando ser una persona mediática y sacar réditos políticos de la situación. Las repercusiones de dicha reunión alcanzarían relevancia nacional, haciéndose eco de la noticia el diario La Nación.

Justo en el momento en que Zárate era noticia a nivel nacional, por medio de un artículo del matutino La Nación del 14 de octubre, Adolfo Pérez Esquivel alcanzaba relevancia internacional al ser galardonado con el Premio Nobel de la Paz, prácticamente ignorado por el gobierno nacional y hasta por la Iglesia Argentina, quien inmediatamente trataría de despegarse de su figura “con el propósito de evitar un equívoco originado en la similitud de los nombres”, que Pérez Esquivel nunca fue miembro de la Comisión Pontificia Justicia y Paz. Esta cruzada realizada por los organismos defensores de los derechos humanos daba sus frutos, y el gobierno entraba en una especie de “pánico colectivo” por no saber cómo detener el embate de los mismos, por tal motivo comienza a utilizar el apercibimiento de abogados que presentan pedidos de habeas corpus, por “incurrir a errores infantiles” en el procedimiento de pedido de los mismos.

Por su parte, en una cena, Villalba presentaba a manera de balance un tipo de administración más ordenado, realizando un mayor control de comercios y tratando de llevar una política recaudadora más eficiente que la realizada por su antecesor Teixeira Méndez, y como modo de balance enumeraba las tareas encaradas por el municipio, algunas de ellas comenzadas por la administración anterior. Se proyectaba la concreción de la red de gas natural, terminación de obras públicas, referidas a la red cloacal o ensanchamiento y pavimentación de calles. Días más tarde “recibe” la visita del comandante en jefe de la Armada, que había reemplazado a Massera, el almirante Armando Lambruschini, con motivo de la ceremonia de egreso de oficiales de Prefectura.

Pero al finalizar 1980 la situación industrial no había cambiado mucho en la zona, así como a principios de año el caso Reysol había preocupado a gran parte de la sociedad, dicha preocupación se trasladaba ahora a la casi segura quiebra de SASETRU, que poseía una gran deuda con varios sectores del Estado Nacional (Banco Nación, Provincia y BANADE), siendo el principal acreedor el Banco Central con un 51% de la misma; el desfalco y los negociados de la patria financiera y grupos económicos oscuros se habían alzado con otra víctima, y no había veedor del sector acreedor que pudiera desentrañar dicha maraña de negocios y “bicicletas” financieras, pero por sobre todo se había quedado en proyecto la puesta en marcha de Soyex, cuestión que golpeaba de lleno a los bolsillos de la clase trabajadora de Zárate. Las palabras del ministro de economía José Alfredo Martínez de Hoz se transformaban en proféticas “se está cerrando una etapa histórica en la historia argentina, comenzada en 1976, cuyo legado, es ya irreversible…”, y era verdad, la situación de la industria nacional se hallaba en estado comatoso, pero había distintos puntos de vista para observar la situación; por un lado, el gobierno hablaba de orden y achicamiento del Estado –palabras que desde 1990 han sido lema de la mayoría de la clase dirigente argentina- para sanear cuentas, modernizar y comenzar un real progreso como nación, pero por otro lado la clase más castigada seguía siendo la misma. La situación económica era irreversible, es cierto, pero los grandes negociados dejaron sus secuelas a nivel local, como también lo sufrirían los papeleros, que para las fiestas encontraban a sus obreros de Celulosa S.A., suspendidos en tandas de 100 personas “por falta de trabajo”.

El año llegaba a su fin con varios balances; había sido un año de importantes movimientos políticos, se había alejado del mando municipal un hombre perteneciente al sector castrense, pero ello no significaba que las FF.AA. dejaran librada a su suerte la toma de decisiones de la comuna; seguían monitoreando el accionar gubernamental, quizás con un civil en el gobierno, pero todavía con “las botas en el poder” …

Notas:

  1. […] la Organización de los Estados Americanos, debido a la cantidad de reclamos recibidos, envió el 6 de septiembre de 1979 a una representación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con el objeto de constatar, a través de la observación directa, la veracidad de las denuncias. Dicha Comisión se expidió a través del “informe de situación de los derechos humanos en la Argentina” publicado oficialmente el 11 de abril de 1980. En ese documento [se] llegó a la conclusión de que, por acción u omisión de las autoridades públicas, se cometieron en el país en el período 1975 a 1979 numerosas y graves violaciones de derechos humanos (…) que habrían afectado el derecho a la vida, el derecho a la libertad personal, el derecho a la seguridad e integridad personal, el derecho a la justicia y el proceso regular y a la libertad de expresión y de opinión (…). Con relación a las entrevistas mantenidas con el presidente [por parte de los integrantes de la Comisión], con el Ministerio del Interior y con autoridades civiles, (…) en todos los casos la respuesta fue ambigua, recibiendo por parte del gobierno continuas menciones sobre la existencia de una guerra sucia (…). Luego se afirmó haber visitado cementerios en donde se les habría informado sobre la existencia de inhumaciones clandestinas realizadas por el personal de las Fuerza Armadas y haber descubierto que la mayoría de los prisioneros a disposición del Poder Ejecutivo eran personas que habían sido originalmente secuestradas y torturadas.

Op. Cit. “Argentina. Juicios a los Militares: Sentencia…”; página 2

  1. Diario El Pueblo, miércoles 11; página 1
  2. Nota del autor: Mucha gente que conoció de toda la vida al Señor Alfonso dudaba de la veracidad de la existencia de algún título que lo acreditara como profesor de alguna especialidad
  3. Diario El Pueblo; 1 de octubre de 1980; página 3
  4. Ídem
  5. Nota del autor: Esta misma solicitada sería utilizada a mediados de 2001 como una campaña (que llegaría a los medios nacionales de comunicación desde el programa de América, conducido por el periodista Jorge Lanata “Detrás de las Noticias”) para atacar políticamente a uno de los firmantes de la misma, el –para entonces-, Diputado Provincial García Delgado, representante de la Alianza a nivel local. El mismo involucrado niega terminantemente haber sido partícipe de la reunión e inclusive haber firmado la correspondiente solicitada. Pero no sería el único involucrado, la Revista La Posta denunciaría a su vez a otro miembro, que en mayo de 2001 pertenecía al gobierno municipal. Pero tal motivo llama poderosamente la atención que varias de estas “personas” involucradas en la solicitada, en épocas constitucionales ocuparían cargos públicos, y en más de una ocasión se lazarían como defensores de la democracia.